Fabricación de una pala
La fabricación de una pala de pádel requiere del siguiente proceso industrial:
En primer lugar se recortan de una plancha de goma EVA, FOAM, u otro material similar, las piezas que conformarán el núcleo elástico de la pala. Dicho núcleo se cubre por ambas caras de láminas de fibra de vidrio, carbono, etc.…de distintos espesores. La pala se rodea con un tubular de la misma fibra con la que se ha recubierto el núcleo y posteriormente se impregna la fibra con resina epoxi.
Una vez realizado este proceso, se introduce en un molde y este se “cocina” en un horno. En estos hornos se introducen muchos moldes a la vez para poder hacer las palas en serie. Mientras se están calentando, a los tubulares que he mencionado anteriormente, se les aplica aire a presión, es decir, se inflan para que den forma a lo que será el marco y la empuñadura de la pala.
Una vez sacadas del horno hay que lijarlas, ya que salen con muchas irregularidades.
Ahora es cuando pasamos a la cosmética, o sea, a decorarlas con el diseño elegido.
En el proceso de pintado se aplican varias técnicas dependiendo del decorado o diseño que lleven las palas.
Se pueden pintar con pistola o aerógrafo, aplicando primero un color, después otro, y así sucesivamente hasta completar todos los colores del diseño. También se puede hacer por serigrafía (igual que se haría con una camiseta). La mayoría de las palas, hoy en día se decoran con el sistema de calcas al agua (las tradicionales calcomanías), que se pegan en la pala y quedan adheridas a ellas.
En todos los casos hay que tener en cuenta a la hora de elegir el diseño que las palas, una vez decoradas, pasan por la máquina de taladrar y se comen una parte importante del dibujo, por lo que hay que tener en cuenta que estos deberán tener trazos gruesos para que se desvirtúen lo menos posible.
Para finalizar el proceso, se laca la pala y se pone el cordón y el grip.